Una vez que tenga una boquilla agradable, limpia y libre de polvo, el siguiente paso es sacar el sellador de su elección. Hay toneladas de selladores entre los que puede elegir en su tienda local de mejoras para el hogar, así que simplemente lea la botella para ver para qué materiales está destinada (algunos dirán específicamente para usar en azulejos o especialmente formulados para baldosas oscuras)
Es bueno encontrar uno que funcione mejor con su superficie y siempre puede preguntar a los expertos en el área de azulejossi tienen alguna recomendación si se encuentra parado allí rascándose la cabeza sobre todas las opciones.
Optamos por usar una boquilla con sellador para las paredes de azulejos blancos del metro de la ducha / bañera, ya que la descripción sonaba perfecta para el trabajo:
Y cuando se trata de un precioso piso de azulejo oscuro con líneas de boquilla, se compra un sellador especial, ya que no solo decía que funciona en todas las superficies, sino que estaba formulado específicamente para cerámica (sentimos que era más seguro que confiar en algo que enumera una amplia gama de materiales, solo uno de los cuales es cerámica).
El sellador puede incluir una esponja, un aplicador de cepillo de boquilla (para cualquier superficie con líneas de boquilla más gruesas) y un limpiador especial formulado solo para baldosas de cerámica que los mantiene brillantes entre las averturas de sellado anuales.
Luego, es hora de abrir las ventanas para dar un poco de buena ventilación, y encienda todos y cada uno de los ventiladores (como el ventilador de baño o el ventilador de techo o la campana extractora si está trabajando en la cocina).
La razón por la que mencionamos hacer esto ahora es porque una vez que ha sellado algo, se supone que no debe caminar sobre él o usarlo nuevamente durante unas horas, por lo que si está cerrando la puerta del baño o la cocina, lo último que desea hacer después de que haya terminado es caminar de regreso a través del piso recién tratado para abrir una ventana o encender el ventilador.
