Colores para pintar tu casa

Elegir los colores con los que pintar la casa es una fase del proyecto que no debe subestimarse. Es fácil decir que me gustaría “paredes de colores”: los errores en las combinaciones o en la elección de pinturas individuales están a la vuelta de la esquina.

Así que si piensas pintar, ten en cuenta una membrana para impermeabilizar para mantener tu casa protegida y la nueva pintura que vas a aplicar.

Así que ese magnífico tono coralino para la cocina, seleccionado por el estudio del ala de color, una vez aplicado resultará ser demasiado oscuro, o la verde salvia del baño llorará venganza combinado con los azulejos de los años 70.

Frente a una pared para encalar y una carpeta con cientos de tonos y códigos, las preguntas estallan: ¿mejores tonos cálidos o fríos? ¿Pinturas de satén o brillo? ¿Qué sombra es la más adecuada para una casa con poca luz? ¿Y cuál a un baño ciego?

  1. Realiza una prueba de color

Nunca elijas un color delante de un monitor. Vamos a seleccionarlo de la carta de colores de la fábrica de colores y, sobre todo, probarlo con pruebas de color. Los fabricantes proporcionan diversas herramientas: desde muestras de pintura que cubren 1-2 metros cuadrados, hasta tarjetas pintadas en formato A4 del color elegido, para combinarse con el área a pintar en diferentes momentos del día, con el fin de comprender el efecto de la refracción de la luz, sin olvidar una prueba con luz artificial.

Ese fenómeno por el cual dos colores, casi idénticos bajo una fuente de luz, aparecen totalmente diferentes bajo una luz diferente. Por esta razón, probar tanto como sea posible “de la vida” es el primer paso fundamental cuando tienes que volver a pintar tu casa.

  1. Céntrate en la simplicidad de los efectos y acabados

A la hora de elegir pinturas y técnicas para aplicarlas, es mejor centrarse en la simplicidad, optando por texturas y acabados homogéneos. «No» al efecto espatulado, por así decirlo. Aunque esta técnica no debe quedar en desuso en toto: si se realiza con manos expertas, cal y en un interior rústico, tiene un excelente rendimiento. Otra apuesta son los acabados metálicos, que presuponen una mano de obra experta, así como una contextualización precisa. Lo mismo se aplica a las pinturas de purpurina o con efectos iridiscentes.

  1. Evaluar la luz y la exposición

Antes de elegir la paleta, se recomienda evaluar cuidadosamente tres características del espacio a pintar que están estrechamente relacionadas entre sí: la iluminación, la exposición y el tamaño de la habitación.

La iluminación artificial, así como la iluminación natural, cambia la percepción que tenemos de los colores. Nunca subestimes el poder de la luz: la exposición y la elección de las lámparas contribuyen decisivamente a la intensidad del medio ambiente.

  1. A cada habitación su paleta, pero en armonía con la casa

La elección del color está vinculada al uso previsto del espacio. Sin embargo, el esquema de color debe ser consistente en la totalidad del proyecto: el razonamiento para los entornos está bien, pero sin olvidar el resto de la casa. No hay colores equivocados en el sentido estricto del término, la percepción y el gusto son subjetivos, sin embargo, entender la naturaleza de las combinaciones nos ayudará a salir mejor de la escala cromática. Puedes utilizar cuadros para decorar también.

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