Las dudas a la hora de elegir azulejos de cocina son comunes y forman parte de los retos de cualquier proyecto de reforma. Lo importante es no dejar que la falta de conocimiento sobre los productos se convierta en un impedimento para conquistar el entorno soñado.
Ha pasado mucho tiempo desde que la cocina ya no es un espacio dedicado solo a la preparación de comidas. Hoy en día, también es un punto de encuentro en días especiales, ya sea para recibir amigos o disfrutar de la compañía de familiares.
Para que la experiencia en el lugar sea agradable, nada mejor que personalizar la decoración con piezas únicas y de calidad. ¡Sigue leyendo y descubre cómo encontrar los mejores productos para tu cocina!
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1. CONOCE LAS OPCIONES DE RECUBRIMIENTO
El primer paso para tomar una decisión inteligente es comprobar las posibilidades. Y cuando se trata de pisos, hay una multitud de materiales disponibles en el mercado. Las opciones van desde rocas naturales hasta piezas hechas a medida con cortes y bordes perfectos.
Estos son algunos de los productos que puedes usar para condimentar la cocina:
Inserciones de vidrio: con acabado mate o brillante, son muy utilizadas en la composición de detalles y dibujos en paredes
Baldosas hidráulicas: alternativas a las baldosas antiguas, traen colores alegres y estampados divertidos
Piedras: en cortes irregulares (como la canjiquinha) o en forma de placas estandarizadas, son ideales para proyectos que requieren un aspecto diferenciado
Cerámica y gres porcelánico: materiales resistentes y duraderos. Tienen varios colores y tamaños, así como modelos que reproducen la apariencia de otros materiales (piedras, madera, mármol, ladrillo, etc.).
2. COMPRENDER LAS NECESIDADES DEL MEDIO AMBIENTE
En una residencia, cada habitación tiene una función específica. La cocina es para ofrecer apoyo para la preparación de las comidas diarias. En este sentido, es importante que el acabado del ambiente cumpla al menos tres requisitos: ser funcional, ofrecer confort y transmitir personalidad.
La funcionalidad tiene que ver con una de las necesidades básicas de la cocina: la higiene. Por lo tanto, no sirve de nada elegir un recubrimiento increíble si se ensucia fácilmente o dificulta el proceso de limpieza. Esto se aplica tanto a los pisos como a las paredes, ya que ambas superficies tienden a acumular agua, polvo y grasa.
La comodidad está relacionada con la experiencia del usuario con el recubrimiento. La persona necesita sentirse segura al transitar sobre el producto, evitando caídas y accidentes más graves. Por ello, en el caso del suelo, es fundamental priorizar modelos con acabado rugoso y que ofrezcan resistencia al deslizamiento.
Por último, la personalidad es importante para transmitir el gusto estético de los residentes. Por lo tanto, vale la pena buscar piezas que presenten colores, estampados o texturas de su preferencia. Como se ha dicho, existen varios modelos capaces de añadir información de calidad a la composición de la cocina.
3. DEFINE EL ESTILO QUE SE TRABAJARÁ
Hay que tener en cuenta que, además de aportar practicidad al día a día, los tipos de azulejos para cocina tienen una función decorativa. Por lo tanto, vale la pena reflexionar sobre el tema que deseas trabajar en tu cocina antes de ir a las tiendas. Existen numerosos estilos para aplicar al montaje de este entorno:
Minimalista: los revestimientos neutros o de color pastel son ideales para mantener la simplicidad de un concepto que prioriza lo esencial;
Industrial: para conquistar el efecto rústico de los ambientes industriales, trate de elegir pisos de cocina con tonos sobrios o partes que simulen la apariencia del concreto;
Vintage: la estética permite soluciones más atrevidas, como un suelo a cuadros hecho con placas en blanco y negro que intercalan.
Incluso si el objetivo es crear un aspecto diferente en la cocina, lo ideal es mantener el lenguaje presente en los otros recintos de la casa, especialmente si desea que las diferentes áreas permanezcan integradas.
Aún así, si te gusta innovar, nada te impide convertir la cocina en un punto focal a partir de contrastes de colores, estampados y materiales. Lo importante es tener una razón detrás de cada pieza seleccionada para evitar arrepentimientos en el futuro.
